martes, 19 de mayo de 2015

Mañana









Hay noches, como ésta, en las que te cuelas como hiedra dentro de mis pensamientos.
He construido una fuerte muralla de racionalidad inquebrantable, que durante el día me vela, no hay rendijas ni recovecos, he tapado todo cuidadosamente con  aquella frase que dijiste, ese momento de dolor, esa ha sido la arena de mi muro, sus piedras.

Pero llega la noche, sabedora de que le pertenezco, y silenciosamente, me arrulla, traidora, para que me venza el sueño y baje la guardia, y ahí ,en ese momento en que yo voy alejándome, se introducen termitas y un sinfín de animales diminutos entre mis muros, se comen la madera de la puerta, se cuelan entre las fisuras......y lo anegan todo de recuerdos, mis pensamientos racionales, los muy cobardes o están dormidos o se lo hacen .. quizás cansados de tanto trabajo, tanta guardia.
Les entiendo, es un trabajo poco agradecido y con mucho estrés, a la que te descuidas zas! el trabajo de meses por la borda.

Y allí estás, de nuevo, como si nada, en una especia de sueño onírico que compartimos, no sé si yo me he colado a la vez en tu sueño, o sólo tú has venido al mío. Pero ahí estamos. Por un momento un pensamiento racional hace un intento de darte una patada en el trasero y mandarte a otro sueño.
"Tendremos que reforzar las murallas",me dice. "Sí, pero mañana", le digo yo, "vete a descansar".Mi pensamiento, protector me mira desconfiado, no le gusta la situación, lo sé. "¿Seguro que no me lo cargo aquí mismo?" "No serviría de nada le digo, esto es un sueño ¿recuerdas? Esto es mero diálogo interior". Resignado se va.

Aún empapada de pensamiento racional lo miro a él , está enfrente, qué situación más incómoda. Miro un poco alrededor, y también hay flores y espigas... pero ¿cómo ha surgido todo esto de repente?. Está claro que mis muros son calidad de Ikea, mañana mismo manos a la obra. .. pero hoy no. Hoy quiero estar aquí , tranquila, nos miramos, no sé que decirte, te diría tantas cosas que mejor no digo nada, total es mi sueño y puedo elegir. Miramos la puesta de sol que se refleja en el río, y da una luz dorada a las espigas. Me coges la mano, nos quedamos quietos mirando el campo, no hablamos.

Un pensamiento racional que tiene el sueño liviano me mira sorprendido: "mañana hay que reparar.... "
"Sí lo sé", le corto. "Mañana reparamos el muro, metemos muchos más pensamientos racionales, recuerdos dolorosos, lo que quieras, pero mañana". Suspira y vuelve a cerrar los ojos.

Dirijo mi vista de nuevo al campo, tan bonito con el sol casi rosa, iluminándolo todo. La mano aún sigue suavemente apoyada un poco cálida un poco temblorosa.

Mañana, pienso, tengo que revisar de nuevo mi sistema defensivo. Estas intromisiones no debo permitirlas, reforzaré la guardia de la noche. Sí eso haré, aprieto un poco más fuerte su mano.... pero mañana...


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