domingo, 24 de enero de 2016

Un poco de historia: ¿Me comprarás?/ No





El número infinito equivale al número de "¿Me comprarás?" que un niño puede decir a lo largo de un año. Visión del sujeto madre.
El número infinito equivale al número de "Noes" que unos padres pueden decir en un año. Visión del sujeto hijo.
Se han descubierto padres que alcanzan la velocidad de la luz en su respuesta.
Los antropólogos datan esta lucha ancestral entre "Me comprarás y No" en los primeros homínidos, habiendo evolucionado la técnica por parte de ambos sujetos, padres e hijos, añadiendo técnicas (velocidad de respuesta y lenguaje no verbal... miradas, morritos..) cada vez más complejas.

jueves, 14 de enero de 2016

¡No es que os haya olvidado!¡no!. Es que en este tiempo de ausencia he dado a luz. No no, no de ese tipo.
Me explico, ha sido más bien como en La semilla del diablo. Porque tras unos meses de estrujarme el cerebro, intentar acercarme a la era digital, luchar contra ella y reconciliarme , por fin he alumbrado... MI WEB.
En el transcurso de todo este roneo me percaté de tres cosas:
El diablo existe
Hizo el infierno
Hizo wordpress ( o en su defecto estoy mayor para las tecnologías, prefiero la versión del Diablo)

Dicho esto, en el momento más duro del parto apareció el anestesista ,una ayudita por aquí un tranquilizante por allá, un esto son los pluggins y.....¡Voilá!

Por fin tengo al bebé en brazos, ohhh , tiene todas sus pestañitas, sus categorías, sus formularios y parece que todo está bien.

¿Todo? Nooo seguro que hay algún detalle que se me escapa pero al menos lo más duro ha pasado.

Aquí os dejo el sitio, allí escribiré pero de Coaching, Educación  y temas relacionados. Intentaré mantener los dos blogs. No sé cómo llevaré ser madre de gemelos pero estoy en ello.
Espero que vengáis a ver a mis niños, están para comérselos....

www.coachingpgayan.es

miércoles, 13 de enero de 2016

Test SUPERREVOLUCIONARIO para medir tu nivel de estrés y de impaciencia

Resultado de imagen de foto niño escribiendo



Hemos empezado primaria, ergo.... llegaron los temidos DEBERESSSSSSSSSS.

Haciendo los deberes con mi hijo saco lo mejor y lo peor de mí. Descubro que es un gran momento para practicar las yogui enseñanzas de mi profesor, que todos los jueves me taladra delicadamente los tímpanos con: controlad la ira, cuidad ese ego.... Hete aquí el momento de ponerlo en práctica.

Empiezas Zen, Dios lo sabe, instrumental afilado, goma en su sitio, luz correcta. El niño está en buena actitud, todo fluye. Pero ese lápiz, ese pequeño y amarillo lapicero tiene propensión o al suicidio o al salto de altura. 
Las primeras cinco veces mi profe de yoga acude en mi ayuda mentalmente. Sé que está viajando en algún plano astral para mantenerme calmada. Así que aunque sólo sea por la molestia, respiro profundamente, y me relajo. Espero a que Lucas baje de la silla, lo recoja, se distraiga con un Avaton que está maliciosamente pegado al lápiz incitando a mi pobre hijo al despiste. Suba, beba agua (recoger un lapiz siete veces consecutivas da mucha sed es necesario hidratarse) se centre y continuemos.
Recuperado el flow todo marcha bien y estoy controlando mi impaciencia.
De verdad, no sé cuando la perdí, lo juro, quizás a la décima, toda la ira acumulada salió de mi cuerpo en forma de voz de la niña del exorcista, no eché vómito pero casi. En ese momento hice yo misma un viaje astral al pasado, se ve que estoy muy conectada con los astros y vi a mi madre chillando a mi hermano por lo mismo. Debía ser la misma marca de lapiceros. Lápices indómitos, aventureros, que se escurren de los dedos para ver mundo. Me vi pensando de niña, pobre ,qué histérica. Jaja, donde las dan las toman, el destino me la ha devuelto. Me veo gritándole a mi apenado hijo, si se te cae otra vez o te lo ato o te lo grapo. Sí sí así tal cual, lo confieso. Ahora me río pero fue Satánico. Menos mal que mi hijo, que es más maduro que yo sabía que se me había ido un poco el ego y la ira y todo eso pero que volvería a ser el ser de luz paciente y sosegado que soy. En todo caso he retirado grapadoras y gomas de la casa mientras pensaba. Pobre, qué histérica.



Dos sabios consejos: conseguir una marca de lapiceros menos aventurera.
Retomar inmediatamente las clases de yoga, aún no estoy preparada para el mundo.

Curiosidades: ¿De dónde viene el número infinito?

"El número infinito se corresponde con el número de veces que a tu hijo se le puede caer el lápiz haciendo los deberes. Su descubridora fue una madre"