El torrente despierta
al duende del río azul.
Y en consecuencia,
el eco de la sirena
resuena en el valle interior.
Me ato al mástil de la cordura,
como héroe heleno.
Permanezco ante
tu sueño involuntario,
y por ti ignorado.
Me deslumbran
destellos de luz
del pasado.
Mas ahora es
presente,
y como a todos los humanos,
éste, nos pertenece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario