jueves, 29 de octubre de 2015

Hacia Rutas Salvajes... o lo que significa la LIBERTAD


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"No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada.....No
necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente".
Chris McCandless



No tocaba, lo sé. Pero ayer volví a ver la peli y, como siempre, algo se removió dentro de mí. Supongo que cualquier persona que tenga en su cabeza escapar, vivir libre, salvaje, sumergirse en la naturaleza, pasar un tiempo solo, probarse a sí mismo, cualquiera de estas personas como digo, son el público adecuado para leer Hacia Rutas Salvajes. Si sois de esa "especie" lo notáis, sabéis de qué os hablo. Elegís las calles por las que vais, porque no todas son iguales, escapáis de la rutina como de la peste, necesitáis momentos de soledad.....LIBERTAD.
¿A quién no se le ha pasado por la cabeza? Dejar todo, desapegarse de lo material, ... , salir de nuestro pequeña zona de confort. A mí unas diez veces al día. Pero, como de momento no he encontrado la suficiente valentía para hacerlo, me veo la peli y sosiego un poco mi espíritu aventurero y cobarde.
Es fácil mimetizarse con Chris, el protagonista, de la mano de Krakauer. La historia real de Crhis McCandless, un joven universitario que dejó una cómoda vida para adentrarse en Alaska y vivir en estado salvaje, muriendo finalmente, aún no se sabe si por debilitamiento, o por bayas envenenadas, ha dado para muchas teorías. Incluso parece ser que sentó un peligroso precedente y durante una temporada Alaska se llenó de jóvenes románticos que iban buscándose a sí mismos sólo con un plumas y un cuchillo jamonero. Las autoridades que no paraban de rescatar a diestro y siniestro y tuvieron que poner orden. El invierno en Alaska no debe ser cosa de tomárselo a la ligera. Que hayas visto Frank de la Jungla no te convierte en Frank de la Jungla.

Sobre Chris, encontramos opiniones para todos los gustos, a mí no me deja de parecer un chico con un problema grande con sus padres y una falta terrible de afecto, que decidió huir, pero como digo hay opiniones de todo tipo.
Lo que parece claro es que su historia no deja indiferente, que todos sentimos ese anhelo, ese puntito de volver a lo primitivo. Que a veces nos desanimamos de las relaciones con nuestros semejantes y nos iríamos bien lejos, para eso Alaska parece un sitio genial. Solos. Reconoceréis estos momentos porque suelen acudir a tu mente preguntas como: ¿siempre en el mundo ganan los malos? ¿hay empatía en el ser humano? etc etc. Cuando empiezas así tu mente ya está en Alaska y lo mejor es un autorretiro voluntario.
Volviendo al libro, tengo debilidad por él: las frases, las conversaciones de Chris  con la  gente que conoce en el camino, así como sus cartas no tienen desperdicio.
Recuerdo una que me llegó especialmente y con ella me despido, decía algo así: "lo importante no es ser capaz sino creer que puedes ser capaz".


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