Vivian 3 ª parte

3.- LA TORMENTA (ponle música, si es posible la canción Somewhere only we know, de lily Allen) 

 dejó que la lluvia le empapara y se llevara todo…hasta el corazón que fumando esperaba…

Vivian se heló blanca de nuevo entre tules,ligas y señor de pipa..

....fumando espero...fumando espero...- pensó gritando Vivian- pero ¿quièn se ha creído este hombre para llegar y juzgar toda mi vida así, a golpe de chiste rematadamente triste y...y....? GOLPE...abrió los ojos...- DE CHISTE- miró al señor, a la familia autoinvitada, a sí misma en el espejo de cuerpo entero -TRISTE...REMATADAMENTE TRISTE...- repitió en alto....y lloró, lloró su vida, que fue quedando tiernita, fresca como las mañanas de verano recien regadas...

Una lágrima rebosante de lucidez deshizo el "rematadamente" ...tres lágrimas más consiguieron arrancar de su alma el "triste"...y las demás fueron dando una sonrisa al rostro de Vivian mientras se iba despojando de guantes blancos, medias blancas, blancas ligas, zapatos blancos de tacón, tules y gasas blancas, enaguasblancas del vestido blanco, y se desprendía del alma el primer hombre que prometió futuro, el tercer, Juankiki, el cuarto...sólo cuando se quitó el sostén, entre gritos, bochornos y por fin comentarios morbosos de familias políticas, consiguió arrancar, sangrando sentimiento, a Inel...más olvido que ayer...

En la calle, la tarde empatizaba con Vivian y diluviaban lágrimas de nubes grises oscuras, casi negras..Vivian sólo oía una música grande, como Tannhäuser de Wagner, a todo volumen por cada poro de su piel y dejó que la lluvia le empapara y se llevara todo…hasta el corazón que fumando esperaba…

Claro, como era de esperar llegó la policía, irrumpiendo en su ópera prima con la sirena a destiempo y una chaqueta azul marino con insignias y escudos cayó sobre los hombros de Vivian, cubriendo sus pechos, su cintura aún sinuosa por falta de prole, sus braguitas preparadas para medias de liguero y noches de “arráncamelas”…y nada más…no había más que cubrir…el policía que le puso la chaqueta por la espalda, cruzó sus brazos sobre Vivian para que no se resistiera…

Y el policía notó la electricidad de la tormenta en el cuerpo de Vivian y Vivian apreció el refugio de sus brazos ante el diluvio de emociones…y así estuvieron 10 minutos..y 10 más.. y se fueron marchando las familias, y los mirones, y los compañeros del policía, y el señor que fumaba pipa…y ellos permanecían en el refugio y en la tormenta .

- Te veré mañana? – preguntó Poli, a falta de nombre no suena mal, cuando entró en la tienda a Vivian, prestándole la chaqueta…
- Abro a las 10, ¿necesitas un traje de novia?, aquí estaré –le dijo Vivian bajito, sin levantar la vista de las mangas de la chaqueta.
- No estoy seguro…
- Jajaja!, no, claro que no – Vivian secó sus ojos, le miró a los suyos, le dio un beso en la mejilla - ¿Y un café?