martes, 18 de marzo de 2014

El miedo


El miedo

Todos hemos sentido miedo alguna vez, cumple una función biológica de defensa y por eso pervive, el problema es cuando ese miedo nos limita para lograr lo que queremos, puede adoptar el carácter de un lastre casi insalvable.

En los casos de fobias se trata de un miedo irracional o exagerado a elementos o situaciones, pero que si no los afrontamos crecen y crecen y nos limitan en  no hacer actividades como volar en avión, ir a un parque, etc.  Todo esto ocurre porque cuando nos aparece la ansiedad evitamos enfrentar el miedo, huimos y por tanto la ansiedad no desaparece, si logramos perseverar, llega un momento donde el pico de ansiedad disminuye y en muchos casos se reduce o se elimina.
La solución es a su vez fácil y difícil, enfrentarse directamente al miedo, a lo que nos reduce, para ello hay pasos intermedios, graduales.
El psicólogo Ellis en su lista de ideas irracionales que nos causan sufrimiento inútil expone la siguiente creencia limitante “Si algo parece peligroso o amenazante debo preocuparme y perturbarme por ello".
El miedo en el fondo es una opción y puede por tanto la respuesta ser modificada con trabajo personal.

En primer lugar  hay que identificar el miedo y verbalizarlo, escribir una frase con la creencia limitante, por ejemplo “El mundo es peligroso y puede pasarme algo”, entonces, una vez expresado de forma explícita el miedo puede que desaparezca al hacerlo consciente, que pierda su poder, si no es el caso, buscamos lo que nos aporta esa creencia, el motivo de su existencia, la parte buena de ese pensamiento, en este caso es que permite anticiparse a los problemas, nos sirve de protección.

Una vez clara la creencia y su razón oculta, es hora de construir otra creencia alternativa que la sustituya, en el ejemplo sería “Afronto mis retos con confianza”, debe ser  una frase en presente y positiva, cambia las amenazas pasivas, por los retos positivos y activos y lleva asociada una emoción positiva como la confianza.

El paso siguiente es repetirla en voz alta un número elevado de veces durante un período prolongado de tiempo. La idea es que nuestro inconsciente juegue a nuestro favor y nos creamos ese pensamiento alternativo y que borre la creencia anterior.

El paso final es que ese análisis y trabajo nos lleve al objetivo final, enfrentar el miedo directamente. El miedo deja de atemorizarte cuando le pones cara y le miras de frente, aunque las recaídas son normales, hay que perseverar.
Es hora de combatirlo. ¿a qué tienes miedo?

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