lunes, 17 de marzo de 2014

El hilo atlántico que nos une, 3ª parte


Dámaso pese a la escayola, no se mueve, fluye como infinitas imágenes que se persiguen unas tras otras y esto ejerce un poder de imán, resultando imposible dejar de observarle…y él lo sabe, tomando una pose algo altiva, pero también le vuelve vulnerable a los demás, pues cuando no se siente observado por al menos el 80% de los presentes deduce que es porque algo no va bien…
Sus ojos oscuros e imprenetrables enmarcados en un rostro anguloso de suave y bronceada piel no paran quietos, mirando si es mirado continuamente..así que identificado con el ritmo de “honey and the moon”, de Joseph Arthur, triste por los últimos incidentes (culpables de esa escayola recién estrenada) y un tanto peliculero, busca una mesa vacía…

En un colchón de color morado atardecer, junto a dos batidos de frutas, le mira sonriente Milo, y con ojos escudriñadores y entornados Lara. Hasta el momento estaban hablando de Pau, un monitor de kite surfing recién llegado de Chile que tiene a Lara en un estado alterado y no muy agradable porque no acaba de gobernarse…es como si alguien desde fuera tomase posesión de su voluntad…Milo la escucha, cierra los ojos, estira la cabeza hacia Lara y junta los labios a modo de ventosa…Lara se tira sobre él enfurruñada primero y divertida después….Milo sale corriendo mientras vocea “!eso es lo que siente mi padre por el calamar gigante Lara!! Jajaja!!!” Lara se quita la chancla y la dispara hacia Milo, que la esquiva y se va a estrellar contra la escayola de Dámaso…así se establece el primer contacto de este trío tan extraño y espectacular…
Dámaso mira la zapatilla de reojo…mmmm…unos segundos de desensimismamiento...
-Hola, discúlpame... te he hecho daño? sé que es difícil porque es una hawaiaana, de goma y tengo 11 años, así que todo esto junto hace casi imposible que te haya dolido..eso sí, te he podido molestar pero te  he pedido  excusas , entonces, ¿por qué luces la cara tan seria que llevas…o la tienes por llevar esa escayola tan blanquita? …qué te pasó?

-Llevas razón -acorta Dámaso-…no me has hecho daño, así que si no te importa, me gustaría disfrutar de este momento de soledad “a solas…
-Oh oh! –exclama Lara bajo la mirada intensa de Milo- al figurín le molestamos Milo, así que vámonos y dejémosle que siga sufriendo en silencio la causa de su escayola…
-Oye nena!! –enfurruñado Dámaso- te estás pasando un poquito. Ya percibo tu gran intuición y te prometo que si se me olvida el motivo de la escayola recurriré a ti a que me lo refresques, pero hasta entonces, vete a jugar que es lo que te toca.
Lara sonríe y da media vuelta hacia su colchón morado. Milo mira atónito y esperando su turno…- yo soy Milo- acota, mientras le tiende la mano…Dámaso va a soltar otro improperio, pero la sonrisa tranquila y silenciosa de Milo le desarma.
-Hola Milo, soy Dámaso…bonita “agua marina” llevas en el cuello, un poco pequeña pero…
-Me la deja mi padre, fue marinero y mi madre se la regaló como amuleto para que volviera siempre…ahora es atunero, sale pocas veces con su barco y siempre me lleva, por eso me la pongo, para volver los dos ¿cómo sabes que es un aguamarina?
-Recuerdos…Cuando era pequeño hice una colección de ésas que vendían en los kioskos cada semana y….bueno, aún me acuerdo!!!…de hecho, mira- y le enseña una pulsera con una piedra jaspeada en negro y blanco-
-Eh! – exclama Milo- es una obsidiana nevada!!! A qué sí? Su poder se encuentra en su magnetismo para sacar a la luz lo que está oculto, o eso pone en su ficha…mmmm…ah!! También pone que si estamos alterados, muestra las claves de nuestro conflicto interior y será más fácil determinar lo que nos pasa …cosas raras estas piedras!!!…tengo la colección ésa que dices de mi tía..jaja!! es guayyy! qué casualidad! como a veces no entiendo lo que dicen, me lo aprendo de memoria..
De repente Lara se acerca corriendo…-“Milo, Milo, anda, vente a tomar el batido, por fa, Pau viene hacia acá y seguro meto la pata”.

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